lunes, 7 de diciembre de 2009

Ya estamos aquí

Las previsiones que desde el inicio de temporada todo el mundo hacía y que yo personalmente he reflejado en anteriores artículos, van camino de cumplirse. La mala previsión y la nefasta actuación desde algún estamento del Club, van camino de abocar al equipo de nuevo a la segunda división. No quería levantar la alarma, porque los errores del Real Zaragoza, bien podrían taparlos otros equipos de la categoría metidos en la mediocridad. Pero pasan los días y esto empeora a pasos agigantados. Todos puntúan o ganan, menos el Real Zaragoza. El equipo está sumido en una enorme crisis interna que nadie puede poner fin, ni remediar. ¿Quién sale a dar la cara ahora? ¿Quién nos va a explicar como se realizó la preparación de la temporada? Lamentablemente, nadie.

Se fichó tarde y mal. Se pusieron unos jugadores para que el entrenador trabajase con ellos, que no estaban a la altura de lo que la categoría y el equipo demandaban. Y a alguien se le llenaba la boca hablando de la calidad de los fichajes realizados. Creo que no merece la pena repasar la aportación de los nuevos. El entrenador en ese momento, sabiéndolo, forzó la situación y creo que erró en no contar con unos jugadores a los que más tarde las circunstancias, le obligaron a recurrir. Pero, como he dicho otras veces, la culpa no recae en el entrenador. El entrenador es el capitán que intenta llevar el control del barco. Pero por encima de él, hay otros. Y ahora no es momento de tapar esto, hablando de las incorporaciones de jugadores provenientes de la cantera, como futuro para el equipo. Estos chicos deben entrar en el equipo, cuando su entrada no les pueda causar el daño que ayer en Mallorca, les produjo, por ejemplo. Así, difícilmente se va a poder justificar la entrada de los jugadores locales en el equipo.

Urge alguien del Club, que salga públicamente a decir que se han equivocado. Alguna persona tendrá que aparecer para dar la cara, al menos por el respeto a la masa social. Tantos cargos en la parcela deportiva, ¿para qué? ¿Quién responde ante esto?
Y claro, ahora lo más fácil es cargarse al entrenador. Con esa decisión podemos parar la situación dos, tres o cuatro semanas. ¿Y después? ¿La milonga del mercado de invierno?

Señores, basta ya de tomaduras de pelo. Quien está al frente de un proyecto ha de entender. Y si no entiende, ha de ser inteligente y rodearse de personas que seguro conocen y saben lo que hacen. Por el bien del equipo, de la afición, de la ciudad. ¿Nadie puede salir a dar una explicación a todo esto? Qué pena.