viernes, 19 de noviembre de 2010

Algo más que un partido de fútbol

El martes pasado tuve la oportunidad de presenciar en directo uno de los clásicos más fascinantes que hay en mundo del fútbol a nivel mundial. Un partido River Plate –Boca Juniors es algo que jamás se puede olvidar. Gracias a un amigo, pude conseguir dos entradas en la platea de los aficionados de la barra de River. No era lo que quería pero era la única posibilidad de poder ver en directo el partido. A uno le habría gustado más ver el partido con los aficionados de la 12. El partido levantó una expectación increíble en la ciudad. Calles cortadas y accesos restringidos.

La hora del partido era para las siete y a las tres ya se abrieron las puertas para que pudieran entrar los aficionados. Acompañado de un amigo argentino, llegué al estadio a las cuatro y media, para poder ubicarnos en una buena localidad. Toda la platea era sin numerar, por lo que se presumía que iba a haber problemas a la hora de acomodarse. Antes de poder acceder tuve que pasar tres controles de la policía con un cacheo que jamás había visto yo en un evento deportivo.

Ir con tiempo sirvió para encontrar localidad sentada, aunque luego el partido tuvimos que verlo casi todo el rato en pie. Dos horas antes, las gradas estaban ya casi llenas. Una verdadera locura o una gran pasión como se quiera ver.
La llegada de las barras de los dos equipos es un momento estelar. Primero lo hizo la de Boca y posteriormente la de River. La afición no dejaba de gritar en ningún momento.

Diez minutos antes del comienzo, los borrachos del tablón, como se conoce a la barra de River, iniciaron un cántico que no cesó hasta el inicio del partido. Diez minutos de tensión en los que pensaba que la grada se venía abajo. Notaba como temblaba el cemento. Y esos momentos coincidieron con el estallido de cohetes, fuegos artificiales y una gran cantidad de bengalas, que tiñeron de humos rojo y blanco la totalidad del estadio. Me preguntaba como había la gente podido entrar todo lo que explotó y se quemó en esos minutos. Increíble. Dos filas delante de mí, un aficionado prendió cuatro bengalas de humo seguidas. No daba crédito a lo que veía.

Los trocitos pequeños de papel lanzados por los aficionados, taparon gran parte del terreno de juego. Y como no, una enorme bandera, gigante diría yo, tapaba todo el fondo donde me encontraba, sin poder ver para nada el terreno de juego.
Que espectáculo. Digno de ver. Uno que ha recorrido todos los terrenos de juego de España, que ha estado en derbis de todas las ciudades españolas, en finales de copa,….jamás había vivido un ambiente como ese. El fútbol en estos casos es lo de menos. Ninguno de los dos equipos hizo nada que pueda resaltarse. El partido futbolísticamente hablando fue horrible. Pero el espectáculo, fue inmejorable.

Amigos, si en alguna ocasión pueden, por favor no se pierdan un River Plate – Boca Juniors. O lo que es lo mismo. El gran clásico del fútbol mundial.

sábado, 2 de enero de 2010

Año nuevo, ¿equipo nuevo?

Mañana domingo el Real Zaragoza afronta su primer reto del año 2010. Aunque parece que todavía queda mucho tiempo para acabar la temporada, lo cierto es que estamos en unos momentos en los que el equipo debe agarrarse obligatoriamente a la liga para no quedar descolgado y sentenciado como única solución, a los despropósitos de los demás. Se habla mucho estos días de olvidar el pasado y de generar un espíritu de unidad para que el equipo no acuse la presión del puesto que ocupa en la clasificación.

Quizá esas medidas puedan ayudar al equipo, que duda cabe. Pero también hay otras cosas que los aficionados valoran, ven, saben y conocen, que pasan de largo.
Se han tomado medidas para la galería. Noticias mediáticas. No dudo que algunas de ellas no fueran necesarias.

Pero señores, un equipo con tantos altos cargos deportivos como tiene el Real Zaragoza, tendría que haber presentado mañana alguna solución dentro del terreno de juego. El equipo necesita jugadores nuevos que puedan aportar. Los que llegaron en el verano, se ha demostrado que no han servido para elevar el nivel del plantel. Mañana obligatoriamente tendrían que estar tres o cuatro nuevos jugadores. Con esa medida si que se habría visto el buen trabajo de las personas que dirigen el equipo en la parcela deportiva. Esos fichajes tenían que estar previstos ya de antemano ante la delicada situación del equipo y deberían haberse materializado al abrirse el plazo de fichajes. Pero me veo que vamos a volver a las andadas. Esperar a ver que cesiones, que jugadores no cuestan, que gangas salen al mercado, etc, etc., sin valorar si esos jugadores que llegan en esas condiciones son mejores que los que tenemos en la actualidad.

Habría sido más lógico valorar el gastar un dinero en algún buen jugador que pueda contribuir a elevar la calidad del equipo. No se olvide que el Real Zaragoza, está coqueteando con el descenso, y que bajar de nuevo a la segunda división, sería una catástrofe que casi llevaría al equipo a la desaparición. Pero este equipo es diferente, es atípico. Las medidas que se toman van por otros derroteros.

El cambio de Presidente no afecta para nada al equipo. Es una medida para la galería. Popular si ustedes quieren. Hay que parar los pañuelos de la afición.
Los buenos de Gay y Nayim, no creo que estén como para debutar en el once inicial.
Que más se ha hecho? Hablar con Doblas o Riesgo?
Nada de nada.

Mañana domingo los once que salgan al terreno de juego, serán los mismos que finalizaron el pasado año. Cuando termine el partido contra el Deportivo, imaginan una nueva derrota del equipo?
Hacia donde mirará la afición?
A quién se dirigirán los pañuelos de la grada?
Que dirán entonces los Agapito, Poschner, Prieto, Herrera y compañía?
Lo dicho señores. Año nuevo, pero sin equipo nuevo.