domingo, 13 de diciembre de 2009

Estaba cantado. Con la llegada del frío, los pañuelos iban a relucir en las gradas de La Romareda. Era cuestión solo de tiempo. Se veía venir. No es ahora momento de hacer leña del árbol caído, pero sí conviene aclarar algunas cosas y no dejarlas pasar por alto, para que cada uno asuma y aguante la parte de culpa que pueda tener.
El equipo está roto. Está cojo. Tiene unas carencias que se han proclamado y aireado desde del inicio de la temporada. Aquellos ocho fichajes proclamados a bombo y platillo por el Presidente del Club, han dejado en evidencia a quienes los avalaron a su llegada. Poco o nada han aportado, y el nivel de calidad del equipo, no ha subido de la temporada anterior. Y señores, esto es la primera división, y aquí cualquiera te hace un roto el día que menos te lo esperas.

Se ha cesado al entrenador esta noche. Él como responsable del grupo, ha tenido su parte de culpa por no acertar en los planteamientos de algunos partidos. Y así lo ha reconocido. El equipo está casi en posición de descenso y él es máximo responsable.
Pero al menos lo reconoce y apela tras su dimisión a que la afición apoye al equipo al máximo, en lugar de agarrarse a las muestras de cariño recibidas en la tarde de hoy desde la grada.

Marcelino ya es historia del Real Zaragoza y se ha marchado con caballerosidad y educación. Sin declaraciones altisonantes ni fuera de lugar. Mañana domingo, Marcelino ya no estará y no se le podrá culpar de la marcha del equipo. Se busca entrenador a marchas forzadas, para hacerse cargo de un barco a la deriva. Quienes planificaron la temporada y los fichajes están sin palabras.

¿De quién es la responsabilidad de la confección de esta plantilla? ¿Quién sale a decir que se ha fracasado estrepitosamente con los fichajes? ¿Aparecerá alguna persona del Club para dar la cara el próximo sábado cuando se produzca la debacle del Bernabeu?

La afición agota la paciencia. Está harta. Esta tarde ha sido generosa y ha retenido la ira que llevaba en su interior. El Real Zaragoza está por encima de los dirigentes, los aficionados lo saben y por eso han demostrado hoy una gran responsabilidad con su comportamiento a la finalización del partido. Hace unos meses ya anunciaba todo lo que ha pasado hoy. Ahí están mis artículos. Pero esto todavía no ha finalizado. Ahora ya no hay ningún escudo entre los aficionados y las personas que rigen los destinos del Club. Los próximos pañuelos ya no se podrán detener con el cese de otro entrenador.

Las próximas dimisiones tendrán nombres y apellidos, y no tardarán mucho en llegar. Y es que cuando las cosas no se hacen bien, suele pasar lo que está pasando en el Real Zaragoza. El descenso planea por La Romareda de nuevo. Y si no, tiempo al tiempo. Llegan días crudos de invierno. La afición ya tiene preparado el pañuelo.
Los próximos pañuelos llevan un destino imparable.

¿Alguien me puede explicar porque nunca dimite ningún Directivo cuando las cosas no van bien en un equipo? ¿Qué día veremos a un Presidente, a un Director Deportivo o a un ayudante de la Dirección Deportiva, decir: “ Señores he cometido serios errores y dejo mi puesto porque por encima de todo está el Real Zaragoza?”

Mañana leeremos en la prensa la destitución del entrenador como noticia relevante y la búsqueda del nuevo mister como principal objetivo inmediato. Pero, ¿podremos ver, leer o escuchar en algún medio de comunicación a alguien del Club asumiendo su nefasta actuación? Qué largo va a ser este invierno para algunos.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Ya estamos aquí

Las previsiones que desde el inicio de temporada todo el mundo hacía y que yo personalmente he reflejado en anteriores artículos, van camino de cumplirse. La mala previsión y la nefasta actuación desde algún estamento del Club, van camino de abocar al equipo de nuevo a la segunda división. No quería levantar la alarma, porque los errores del Real Zaragoza, bien podrían taparlos otros equipos de la categoría metidos en la mediocridad. Pero pasan los días y esto empeora a pasos agigantados. Todos puntúan o ganan, menos el Real Zaragoza. El equipo está sumido en una enorme crisis interna que nadie puede poner fin, ni remediar. ¿Quién sale a dar la cara ahora? ¿Quién nos va a explicar como se realizó la preparación de la temporada? Lamentablemente, nadie.

Se fichó tarde y mal. Se pusieron unos jugadores para que el entrenador trabajase con ellos, que no estaban a la altura de lo que la categoría y el equipo demandaban. Y a alguien se le llenaba la boca hablando de la calidad de los fichajes realizados. Creo que no merece la pena repasar la aportación de los nuevos. El entrenador en ese momento, sabiéndolo, forzó la situación y creo que erró en no contar con unos jugadores a los que más tarde las circunstancias, le obligaron a recurrir. Pero, como he dicho otras veces, la culpa no recae en el entrenador. El entrenador es el capitán que intenta llevar el control del barco. Pero por encima de él, hay otros. Y ahora no es momento de tapar esto, hablando de las incorporaciones de jugadores provenientes de la cantera, como futuro para el equipo. Estos chicos deben entrar en el equipo, cuando su entrada no les pueda causar el daño que ayer en Mallorca, les produjo, por ejemplo. Así, difícilmente se va a poder justificar la entrada de los jugadores locales en el equipo.

Urge alguien del Club, que salga públicamente a decir que se han equivocado. Alguna persona tendrá que aparecer para dar la cara, al menos por el respeto a la masa social. Tantos cargos en la parcela deportiva, ¿para qué? ¿Quién responde ante esto?
Y claro, ahora lo más fácil es cargarse al entrenador. Con esa decisión podemos parar la situación dos, tres o cuatro semanas. ¿Y después? ¿La milonga del mercado de invierno?

Señores, basta ya de tomaduras de pelo. Quien está al frente de un proyecto ha de entender. Y si no entiende, ha de ser inteligente y rodearse de personas que seguro conocen y saben lo que hacen. Por el bien del equipo, de la afición, de la ciudad. ¿Nadie puede salir a dar una explicación a todo esto? Qué pena.