miércoles, 2 de septiembre de 2009

Un esperpento injusto para la afición

Me parece ridícula y esperpéntica la imagen que el Real Zaragoza ha dado en las últimas horas, antes del cierre de fichajes en el día de ayer. No valía para nada tener dos meses para trabajar en confeccionar una plantilla. Había que esperar hasta el último día y la última hora, para ver como se mueven en situaciones delicadas las personas que dirigen el Club. Y vaya que lo hemos visto.

Señores, para moverse así, mejor estar quietos. No fueron capaces de dar salida a ninguno de los jugadores que el entrenador creía que no debían estar con el grupo, excepto Antonio Hidalgo. Pero más grave. No han sabido entender las necesidades del equipo y menos todavía arreglarlas, a pesar de la demanda a voces del propio entrenador. Todos que seguimos al Real Zaragoza, sabemos que faltan jugadores claves para completar la plantilla. ¿Por qué no se han traído?

Ya dije hace unos días que dudaba de la aportación al equipo de algunos de los jugadores recién llegados. Tiempo al tiempo. Creo que el fracaso de no poder lograr fichar los jugadores que reclamaba el entrenador, no se puede ocultar desviando la atención hacia los fichajes que se hicieron a principio de la pretemporada.
Los dirigentes, han puesto al entrenador contra las cuerdas. En una situación que él jamás habría pensado que estaría. Sin fichajes y con unos cuantos jugadores a los que no querría ver cada mañana en los entrenamientos. Difícil papeleta.

Menos mal que la afición es sabia, entiende y seguro cuando llegue el momento, que seguro llegará, sabrá sobre quien cargar las culpas de los resultados.
Ante esta situación, ningún dirigente se ve capacitado para cesar a un entrenador ante una mala clasificación. Aunque ahora es tiempo de calor, vamos hacia el otoño, hacia el invierno, y el frío, seguro llegará hasta nuestra ciudad. Esos días de abrigo y pañuelos están al caer. Y la afición sacará los pañuelos cuando vengan mal dadas. Los pañuelos ya tienen amo y destino. Y ese no es el entrenador.
Que largo se va a hacer el otoño hasta el mercado de diciembre para algunos.